miércoles, 21 de julio de 2010

RESIDUOS HOSPITALARIOS

Los grandes hospitales pueden generar más de dos millones de toneladas de residuos cada año. Y lo que es más grave, muchos hospitales de los países en desarrollo descartan todos los residuos juntos — desde los del área de recepción hasta los de la sala de cirugía — y luego los queman en incineradores.

A través de los años el mundo ha aprendido que la incineración es una importante fuente de las altamente tóxicas dioxinas, de mercurio, de plomo y de otros peligrosos contaminantes del aire que amenazan la salud humana y el ambiente.

Salud sin Daño trabaja para minimizar la cantidad y toxicidad de toda la basura generada por el sector del cuidado de la salud, de modo que el manejo de los residuos se haga protegiendo a las personas y al ambiente.

PRODUCTOS FARMACEUTICOS

Las grandes cantidades de productos farmacéuticos que terminan en la basura o en los cuerpos de agua son un problema ambiental serio. El aumento de documentación sobre sus efectos en la salud a bajas dosis hace de los fármacos un área prioritaria desde la perspectiva ambiental.

Mientras que a los pacientes se les deberá permitir tener acceso al mejor tratamiento farmacéutico, debemos considerar a los mismos como TPBs (tóxicos, persistentes y biacumulativos) durante su desarrollo, producción, prescripción, compra, donación y disposición final. Nuestro objetivo colectivo debería ser proteger a las personas y el ambiente de la contaminación de estos productos químicos peligrosos pueden producir

LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS: UN PROBLEMA PARA LA SALUD

¿Por qué las Sustancias Químicas Son un Problema para la Salud?

En la vida cotidiana, la habitual exposición a sustancias químicas tóxicas se ha convertido, cada vez más, en una preocupación para la salud. Lamentablemente muchos de los productos que se utilizan en la atención de la salud contribuyen a generar exposiciones peligrosas, esto incluye a los productos de limpieza y desinfectantes, los ftalatos contenidos en insumos clínicos, los componentes ignífugos de los muebles (comúnmente llamados retardantes de llama), el formaldehído, también presente en los muebles, y los solventes en los laboratorios.

Cada vez más investigaciones científicas elevan el nivel de preocupación acerca de los efectos en la salud causados por la exposición crónica a las sustancias químicas. Actualmente se sabe que:

  • Las sustancias químicas, incluso en pequeñas dosis, pueden provocar enfermedades, como interferir con el desarrollo sexual, alterar el sistema hormonal y causar cáncer en muy bajos niveles
  • Los niños y los bebés en el vientre materno son los más vulnerables
  • En la leche materna y en la sangre del cordón umbilical entre el feto y la madre se han encontrado cientos de productos químicos sintéticos
  • En el organismo humano, las sustancias químicas pueden comportarse como fármacos, perturbando los sistemas, a bajos niveles de exposición y, potencialmente, causando daño cuando se combinan

Enfermedades Relacionadas con las Sustancias Químicas

En las sociedades industrializadas, el aumento del uso de las sustancias químicas ha sido acompañado por el aumento de las enfermedades relacionadas con los mismos, entre las cuales se incluye cáncer, asma, defectos congénitos, discapacidades generadas durante el desarrollo, autismo, endometriosis e infertilidad.

La evidencia científica, cada vez mayor, vincula parcialmente la incidencia de estas enfermedades con sustancias tóxicas para el medio ambiente.

Necesitamos Nuevas Políticas sobre Sustancias Químicas

Resolver el tema de las sustancias químicas de modo individual, producto por producto, ha demostrado ser insuficiente. Muchos programas de compras que priorizan el medio ambiente y campañas ambientales señalan ciertas sustancias químicas como causa de preocupación para lograr su reducción. Sin embargo, las sustancias peligrosas siguen existiendo en el mercado debido a que:

  • Los fabricantes cambian el uso de una sustancia química sobre el que se ha llamado la atención por otra no probada ni catalogada, que no resulta ser necesariamente preferible
  • El abordaje individual, producto por producto, es muy costoso y lento
  • Cuando el gobierno no exige a los fabricantes realizar pruebas de toxicidad, la carga de financiar las pruebas y monitoreo ambiental de las sustancias químicas que existen en el mercado recae en los ciudadanos, lo que demora aún más el cambio

1 comentario:

  1. Excelente la info! Muy bueno el blog, ojalá nos concienticemos sobre el tema. Adelante!

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